Dios y mi trabajo

Dios y mi trabajo
Muchos tenemos una visión incompleta de nuestra realidad, olvidamos que somos inmortales en Cristo, que la vida en la tierra es fugaz, y nos encariñamos con cosas.
Lo contrario es también malo, estar tan concentrados en el cielo que descuidemos y pasemos por alto la importancia de nuestra misión y trabajo aquí. El bautismo en a fe cristiana es también el alistamiento en la fuerza de trabajo de Dios; él dice que somos sacerdotes reales. Dios nos llama, a ti y mí, a trabajar para él, no a matar el tiempo mientras esperamos el toque de trompeta d Miguel.
            ¡Lo que hagamos, tu y yo, para él, grande o pequeño, realmente importa! El ejemplo que demos, el amor que ofrezcamos, la compasión que manifestemos, los valores que adoptemos, las prioridades que establezcamos, las palabras que digamos, la energía que utilicemos, son de importancia. En el mundo hay muchos que no han encontrado al verdadero Jesús, tú y yo somos el primer trocito de Jesús que ven. Muchos en nuestro entorno amaron una vez a Jesús, pero se alejaron; nuestra integridad y gozo en la fe podrán ser el elemento para inspirar a alguien a volver a creer.
            La obra que hacemos, como miembros de la congregación, es de vital importancia para compartir el agua viva con viajeros sedientos y moribundos. Moisés, el gran líder de Israel nos ayuda a orar pidiendo las bendiciones de Dios para que nuestro trabajo tenga el máximo impacto: “Que la bondad y la luz del Señor, nuestro Dios, esté sobre nosotros. La obra de nuestras manos confirma sobre nosotros, ¡Afirma, Señor, nuestro trabajo!; si, la obra de nuestras manos confirma. ¡Afirma, si, nuestro trabajo! ”  (Salmo 90:17)
Reflexión en mi devocional de hoy 01 de Febrero del 2014

 Ángel.